Buscar el crédito no es nada fácil, más cuando para comenzar se debe contar con un buen soporte financiero. Existen dos alternativas más usadas para conseguir recursos financieros para un proyecto empresarial. Los amigos, conocidos que pueden ver en nuestra idea una oportunidad y están dispuestos a apoyar; por otro lado están los bancos e instituciones financieras. Pero que cosas se deben tener en cuenta para lograr lo que queremos, que es finalmente recursos para desarrollar nuestra idea.
Un proyecto redondo: me refiero a que debe ser completo y que pueda pasar las preguntas claves, que realmente sea reflejo de un buen rendimiento monetario futuro. No debe dejarse nada al azar; sentarnos a elaborar y revisar detalladamente nuestro plan de negocios. Los errores más comunes son la definición de un mercado objetivo y/o una especialización razonable de nuestro producto, así como una proyección muy optimista del flujo de caja.
Pensar que vamos a ofrecer una oportunidad; no podemos ir a una institución financiera a “pedir financiamiento”. Ir a la institución a ofrecer un negocio, la institución facilitará dinero si esto representa una ganancia.
Presentar buenos antecedentes; tanto financieros como logros en el campo laboral o empresarial, mostrando de esa manera la responsabilidad y capacidad.
La otra manera de obtener financiamiento es a través de la red de contacto, bien sean amigo o familiares.
Un plan de negocios claro; por lo general estos conocen poco de finanzas y probablemente poco de su negocio, por tanto es fundamental “traducir” para que estén claros de a donde se pretende llegar.
Explicación de la ganancia; Que se ganará con la inversión y sobre todo en cuanto tiempo puede empezar a ver resultados, esto último es fundamental ya que muy posiblemente familiares y amigos no cuenta con grandes cantidades de dinero y necesitan saber donde está su dinero en un tiempo futuro, quizás tienen limitaciones de tiempo para que los recursos vuelvas a sus manos.
Definir todo por escrito; le da seguridad a ambas partes y evita males entendidos futuros que puede ocasionar rupturas e inconvenientes que atentan contra el éxito del negocio.